Cada vez que escuchamos la palabra cambio, nos ponemos en alerta, ya que tenemos una resistencia natural a él, esto debido a diversas razones, pero en primera instancia, el miedo a lo desconocido, nos sentimos amenazados, y nos mueven de nuestra zona de confort. Es un principio de sobrevivencia.
Por otro lado, y en los últimos años sobre todo, el cambio ha sido un común denominador en las empresas, en los gobiernos, en la educación, el comercio, etc., y están presentes en todas las actividades del hombre.
Los cambios se van dando a nivel individual, gracias a un mayor acceso a la información, son cambios sutiles que los hacemos propios, porque encontramos una ventaja y hacemos cambios en nuestras concepciones o en nuestros hábitos, cambiamos paradigmas, nos adaptamos a las nuevas tecnologías.
Pero entre más importante sea el cambio, más complejo el proceso de transición.
La Resistencia al cambio siempre está presente, sin embargo, podemos manejarla y ésta puede variar si el cambio es impuesto, o bien si se basa en una detección y reconocimiento de que debemos hacer un cambio en nuestra vida, actitud, etc., y decidimos un cambio.
Hacer un cambio, y adecuarnos a un estilo nuevo no es un paso necesariamente aterciopelado, es muchas veces doloroso, sin embargo, tenemos que tener el cuadro completo, la visión del beneficio que nos traerá en un plazo determinado, debemos movernos hacia adelante, ya que no podemos quedarnos en un estado de parálisis por miedo, o por no tener una visión clara de una mejora.
William Bridges, consultor de cambio, autor del libro “Managing Transitions” Manejando las transiciones, plantea un modelo que se enfoca en la transición, más que en el cambio, la diferencia es que el cambio afecta a la gente aunque no esté de acuerdo con él, mientras que la transición es lo que está en la mente de la persona mientras recorre el cambio, es interno; los cambios pasan muy rápido, la transición ocurre generalmente más lentamente.
El modelo se basa en tres niveles de la transición cuando la persona experimenta un cambio.
1.- Terminación, pérdida, abandono.
2.- La zona neutral
3.- Un nuevo comienzo
Bridges dice que la gente pasará cada uno de los estrados a su propio paso, las personas que se sientan cómodos con el cambio pasarán al nivel 3 más rápidamente, mientras que otros pueden estancarse en los niveles 1 o 2.
Nivel 1 – Terminación, pérdida y abandono
Las personas entran en este nivel cuando se les presenta un cambio, hay resistencia, trastorno emocional, ya que son forzadas a un cambio con el que no se sienten cómodas.
Las emociones que se presentan son:
- Miedo
- Negación
- Enojo
- Tristeza
- Desorientación
- Frustración
- Incertidumbre
- Sentimiento de pérdida
La gente debe aceptar que algo se está terminando antes de que ellos puedan acepar una nueva idea.
Nivel 2 – La zona neutral
Las personas que están afectadas por el cambio están usualmente confundidas, con incertidumbre e impacientes.
Las personas pueden experimentar:
- Resentimiento al cambio
- Baja moral y baja productividad
- Ansiedad acerca de su rol, estatus o identidad
- Escepticismo acerca del mismo cambio.
Nivel 3 Un nuevo comienzo
En este nivel es el momento de la aceptación y la energía, la gente empieza a abrazar el cambio, empiezan a construir las habilidades que se requieren para funcionar exitosamente en una nueva forma y se empiezan a ver resultados por sus esfuerzos.
En este nivel la gente usualmente experimenta.
- Alto nivel de energía
- Apertura a aprendizaje y nuevas ideas
- Un nuevo compromiso en su nuevo rol
El proceso del cambio se basa más en emociones que en hechos, las emociones juegan un rol más poderoso en la toma de decisiones.
Isidro Huerta